La Salud Digital y con ella las herramientas de salud digital, están por todos los sitios. Por suerte ya van siendo bastantes los profesionales sanitarios, gestores, responsables políticos, instituciones y entidades sanitarias que se han dado cuenta, reconocen y actúan en favor de la transformación digital en salud. Lástima que algunos todavía no han sido capaces de encontrarlas o de darsen cuenta de lo útiles y necesarias que son. La realidad es que de lo que esos otros no se dan cuenta es de que ya resultan imprescindibles.

Es cierto que Yo provengo de la era analógica, y en la salud me inicié en la época de las TIC, ya saben Tecnologías de la Informaión y de la Comunicación. Nada comparable con lo que hoy tenemos entre manos, pero había que aprovechar aquellas TIC al máximo. Intentábamos exprimirlas y nos sentíamos tremendamente satisfechos y orgullosos con los avances que llevábamos a cabo y con los logros que nos permitían.

Los problemas eran muchos y las deficiencias más aún, pero si comparábamos con épocas anteriores, nos inundaba una sensación de tener el futuro en nuestras manos, de poder avanzar a «gran velocidad». Lo cierto es que era más una sensación que una realidad. 

Creo que vale la pena rememorar algunas de aquellas cosas, cuando algunos atrevidos tratábamos de pasar de la historia en papel a la «historia clínica informatizada». Todo era lento, la velocidad, los ordenadores, los procesadores y las comunicaciones fallaban. No podíamos con  los «datos».  El ordenador está pensando, con la ruedita danto vueltas, y siempre hacía falta un «canuto» más grande, es decir mejores conexiones. ¿Donde meter los datos?, ¿cómo transmitir los datos? Todo pesaba demasiado y no había espacio para almacenar y después resultaba tan dificil recuperar. 

Ante todas estas cosas ahora solo nos cabe esbozar una sonrisa… Pero estábamos convencidos de que ese era el único camino y los problemas, poco a poco se iban solucionando, gracias a los avances tecnológicos de todo orden que se producían incesantemente, y al inagotable ánimo con que algunos profesionales, algunos técnicos y algunos gestores y responsables políticos actuaban, incluso me atrevo a decir actuabamos.

Pero sin darnos cuenta nos encontramos en algo que la mayoría no entendíamos y que se llamaba la era digital. Es cierto que luego hemos tenido que espabilar y comprenderla mejor al estar obligados de una u otra manera a liderar o, al menos, participar en la transformación digital.

Lo que ocurrió es que casi sin haber superado la primera revolución cultural de las TIC, nos veíamos inmersos en una nueva revolución cultural mucho más profunda: la era digital, la digitalización.

Si la resistencia al cambio nos venía persiguiendo desde entonces, ahora se manifestaba con mucha más fuerza. Todos empeñados en justificar por qué no se pueden hacer las cosas: seguridad jurídica, deontología, seguridad del paciente, seguridad de los datos, etc. En lugar de ver y buscar la forma mejor de solucionarlo y evolucionar.

Pero estamos hablando casi del siglo pasado y ya deberíamos haber dejado atrás muchas de esas cosas, con plena conciencia de que vivimos en 2025, plenamente inmersos en la era digital, y en lo que para salud se ha convertido y ya sin ningún miedo se le llama la SALUD DIGITAL.

Pero lo cierto es que, salvo honosas excepciones, en el mejor de los casos seguimos estando pendientes de llevar a cabo la transformación digital, pasar de la era analógica a la digital, lo que nos está haciendo perder multitud de oportunidades y perder un tiempo que no se tiene y que nunca se recupera, para acabar al final en el único lugar que podemos y debemos estar.

Algunos llevamos hablando más de 5 años de salud digital, y otros aun no han empezado. Esa sensación de no avanzar y de estar perdiendo un tiempo muy valioso me ha llevado a iniciar este blog, con la intención, que no se cuanto seré capaz de mantener, de contar cosas y casos para convencer a los más reticentes sobre la salud digital y sus importantes, potentes y poderosas herramientas.

Ahora es muy alentador ver como surgen prioyectos y apoyos hacia la salud digital, como la OMC organizando cursos de formación, muchas entidades y compañías privadas, con importantes proyectos y avances en el desarrollo, y hasta en las instituciones de la sanidad pública, en unas más que en otras, con una firme apuesta por la salud digital, pero con deberes pendientes de hacer y proyectos y financiación que se han de aprovechar.

En ella, en la SALUD DIGITAL,  está el futuro de la sanidad, de la medicina, de la salud y del bienestar de los pacientes. Pero sobre todo está el futuro y la mayor y mejor competencia de los profesionales.

A través de este sitio web, ahora rediseñado y mejor ubicado quiero llevar adelante este Blog en favor de la salud digital, de todos los profesionales que la practican y de todos los pacientes que la buscan porque la necesitan. La intención es que el sitio se complete con nuevas páginas que permitan compartirt las opiniones de otras personas conocedoras y expertas en la materia o con la publicación o referencia a estudios y doumentos o informes, relacionados con la salud.

Poco a poco, que no hemos checho más que empezar.

Buena Salud digital y hasta pronto.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *