Como dejé ver en la presentación del blog, este va dirigido a todas las personas interesadas de una u otra manera en la Salud Digital, que en definitiva somos todos, pero de una forma muy especial estoy pensando en los profesionales de la salud, porque a todos ellos les corresponde hacerla realidad.
En sentido estricto salud digital e inteligencia artificial no son lo mismo y por tanto no son sinónimos, ya que la Inteligencia artificial es una de las muchas herramientas de las que se sirve la salud digital, aunque posiblemente sea la más importante en la actualidad. Pero lo cierto es que el auge y desarrollo que la Salud Digital está experimentando en estos últimos tiempos ha sido gracias a la importancia que la Inteligencia Artificial está adquiriendo en este ámbito, y también en otros.
Esto hace que la IA sea el “elemento digital” que nos va a permitir hacer este análisis del lugar que ocupa en relación con los profesionales sanitarios y así ver si están justificadas o no alguna de las cosas que se dicen y reticencias que se manifiestan en la relación entre los mismos y la Salud Digital.
Voy a reflejar una idea que ha plasmado un gran profesional que sabe muchísimo de Inteligencia Artificial como es el Dr. Ignacio Hernández Medrano, fundador de SAVANA.
Cuando los miedos a utilizar la Inteligencia Artificial se reflejan en esa frase tan manida de que «la Inteligencia Artificial va a desplazar a los profesionales sanitarios, especialmente a los médicos» este Dr. mantiene que quien va a desplazar a los profesionales sanitarios que no utilicen la Inteligencia Artificial van a ser sus compañeros, los propios médicos que SI la utilizan, por que van a ser más competitivos, van a ser unos profesionales más competentes y mejor formados.
Esta es una realidad clara e incontrovertible, que se puede extender al resto de herramientas que componen el entorno de la salud digital.
Pero continuando centrados en la Inteligencia Artificial, de la que hablaremos en futuros blogs, tiene diversas formas de «manifestarse», pero desde luego en un tiempo muy próximo, los más expertos hablan de entre 3 y 5 años, no habrá otra forma de trabajar y de hacer medicina. La IA va a resolver la mayoría de los casos, los que se repiten mucho, y los humanos, los profesionales sanitarios, los médicos, resolverán las excepciones y las situaciones complejas.
Permítanme ahora utilizar algunas frases, para mí, celebres de Malo, Gomis o Medrano, que apuntalan muy bien estas ideas sobre la Inteligencia Artificial en el ámbito de la salud digital.
«Vamos a tener que colaborar con científicos de datos, quienes nos ayudarán a generar los algoritmos, porque esto va más allá de la estadística clásica»
«Al final, la inteligencia artificial se encargará de los casos frecuentes, pero el humano tendrá que hacer las preguntas en los casos difíciles»

La inteligencia artificial nos será útil para procesar una gran abundancia de datos y facilitar la decisión diagnóstica y terapéutica. «Los profesionales de la salud aplicamos en nuestra rutina clínica, sea en la medicina de urgencias o en la atención de la cronicidad, algoritmos de decisión»
Los algoritmos existen y se utilizan desde hace mucho tiempo, pero en la actualidad son mucho más complejos y completos y rápidos al utilizarlos. Hay que aprovecharse de esta situación.
Y ahora volveré sobre algunas «generalidades» sobre la IA, que sin duda iremos ampliando y desmenuzando en nuevas entregas.
Así nace la inteligencia artificial que, en base a algoritmos complejos, va a ser capaz de sacar determinadas conclusiones al aplicarlos a los datos que hemos reunido en nuestro big data.
La IA resuelve una necesidad real, nos da la solución que estamos buscando ante situaciones concretas de necesidad de una solución ante determinados problemas.
El propósito del machine learning es que las personas y las máquinas trabajen de la mano, al ser capaces de aprender como un humano lo haría. Precisamente esto es lo que hacen los algoritmos, permiten que las máquinas ejecuten tareas, tanto generales como específicas.
Ya forma parte de las herramientas habituales de trabajo, no se puede considerar como algo totalmente nuevo. Para los que resisten a conocerla y utilizara será una herramienta desconocida, pero no nueva.
Se pueden obtener datos sobre salud de historias clínicas electrónicas, dispositivos de telemedicina, pruebas clínicas e incluso wearables. Aportan valor añadido los datos epidemiológicos, los nutricionales y los genómicos, así como todo lo relacionado con la denominada medicina personalizada.

Va por buen camino sigue asi
Muy buena reflexión mi querido amigo. La reflexión que planteas en esta entrada enlaza directamente con la Medicina Basada en la Evidencia: durante décadas los profesionales han utilizado guías, algoritmos clínicos y protocolos fundamentados en la mejor evidencia disponible. La IA no rompe con esa lógica, sino que la amplifica: permite procesar un volumen inmenso de datos clínicos, epidemiológicos o genómicos con una rapidez y complejidad que el humano no puede abarcar por sí solo. En este sentido, la IA puede considerarse la evolución natural de la MBE, ofreciendo soporte para la toma de decisiones más ajustadas y personalizadas. La clave, como señalas, no está en sustituir al profesional, sino en dotarlo de una herramienta que lo hace más competente y que refuerza el núcleo mismo de la medicina basada en pruebas.